Nivel 3: TRAL como dispositivo para el encuentro

En un barco hay 26 ovejas y 10 cabras. ¿Cuál es la edad del capitán?" En una investigación realizada con alumnos que oscilan entre 6 y 12 años en escuelas primarias francesas  de 97 alumnos, 67 respondieron la posible edad del capitán realizando operaciones con los números del enunciado.1

Este relato de Ana Fernández en su libro “El campo grupal”, me acompaña en la reflexión acerca de qué es lo que los dispositivos didácticos facilitan u obstaculizan.

Proponía Diego pensar en este nivel 3, en cuál es el sentido del estilo de trabajo de TRAL y en qué momento nos dimos cuenta.

En el transcurso de TRAL me he preguntado muchas  veces. ¿Cómo está diseñado TRAL, porqué está diseñado así?, qué es lo que nos permite este diseño?¿qué efectos genera?.

Yo no creo que haya un solo sentido en TRAL. Pero uno que rescato, es que el contrato didáctico que proponen los facilitadores a través del dispositivo pedagógico, tan bien descripto por Luz en http://cck09.blogspot.com.ar/2013/04/hay-aula-en-tral-yo-digo-que-si.html,  es que, al contrario del aula tradicional en donde los niños no cuestionan la validez de un problema a todas luces absurdo, en los espacios TRAL somos convocados a pensar sobre nuestro aprendizaje, expresarnos, a buscar a otros para compartir y a dudar juntos de nuestras certezas.

En cuanto al momento, en mi caso tuitear contando qué estaba pasando en la primera  la primera sincrónica, fue un “momento TRAL”  para mí revelador, de aprendizaje y alegría. Luego vinieron otros momentos de descubrimiento y de aprendizaje pero ese creo, fue  “fundacional”.

Más adelante, superados en alguna medida los miedos e inquietudes respecto a para qué voy a publicar esto, qué sentido tiene, qué dirán etc. me largué con gusto a poner por escrito mis reflexiones y a usar twitter también para buscar feedback y contacto con mis compañeros.

Me parece entonces que TRAL, más allá del andamiaje tecnológico, está concebido como un "permitidor" del encuentro entre los participantes. Es un dispositivo que da la palabra y desde allí nos empodera y nos dice: tú puedes!

En cuanto a obstáculos, me parece que dada la heterogeneidad de experiencias y conocimientos de los participantes, me parece que una experiencia abierta como TRAL necesita al comienzo, más guía de donde la gente pueda agarrarse. Luego conforme la experiencia avanza y vemos que “podemos solos” , que dispositivo proponga porgresivamente,  “soltarse de la mano”  y caminar en forma más autónoma.

Por eso valoré mucho el aporte de Luz en http://cck09.blogspot.com.ar/2013/04/hoja-de-ruta-1er-encuentro-presencial.html  que si bien fue hecho para sus maestras de las Cumbres, al ser abierto me permitió a mí sentirme más seguro.

En cuanto a las cosas que me enganchan de TRAL…todo me engancha! valoro mucho las sincrónicas ya que me parecen momento mágicos de encuentro y reflexión. Valoro también el espacio en #TRAL donde puedo decir, preguntar y “escuchar” a mis compañeros.

Valoro el encuentro que voy buscando y encontrando con otros traleros

En fin y no quiero dejar de decirlo valoro la poesía que hay en algunas definiciones de los que nos anima y nos mueve en TRAL. Valoro la poética del encuentro humano como diría Rolando Toro, un maestro al que valoro.

Saludos, 

1- Fernandez, Ana - El campo grupal, Notas para Una Genealogía 1989 - Buenos Aires. Argentina. Nueva Visión.